Mis ojos estaban desacostumbrados a perderse en lo hondo de
tu mirada. Eso me di cuenta, cuando en mi rutina te apareciste. Caminando hacia mi. Me pasaste a buscar, como siempre. Como tanto espere. Y te
veía llegar, caminando hacia mi. Caminabas y nunca llegabas. Porque te miraba
tanto y todo se volvió lento. Se congelo mi alma cuando te vi. Mi cuerpo tembló al verte caminar y caminar. Eran
los pasos de mi hombre. Es increíble como andas… y tenes mi nombre marcado por todos lados. Sos
mio. Y no es que este de acuerdo. Pero estamos como condenados a pertenecernos.
Y llegaste, sonreíste. A mi. Me clavabas la mirada desde lejos. Y en el aire escribías:
sos mi mujer eterna. Tenía tanto miedo
de pararme frente tuyo. No respiraba. Termino la clase y no me pude mover. Todos se empujaban, salían,
mucho ruido, y yo me paralice en la silla. Porque yo sabia que estabas afuera, esperando por mi. Todo quedo vacio y en silencio. No sentía
nada. Ahora el tiempo corria rapido, y me confundía. Fuiste en busca de mi. Te
sentaste en frente. Tu cara estaba iluminada. Como si hubiera estado apagada
por mucho tiempo. Me daba paz. Vi algo distinto en tu gesto.Era un gesto lleno
de amor. Una mirada de añoranza. Entonces debía odiarte.O quererte. Elegirte o
escapar. No tenia palabras. Tenia miedo.Me
sentía tan nerviosa de tener tu boca tan cerca. Tus ojos en mi. Me dolían los
nervios,en el estomago, las piernas, mi
cabeza, en todas partes. Y quise evitar tu mirada.Pero aquellas formas de
ser,que creamos juntos, solo para nosotros, entre nosotros, tuvo necesidad de
salir. Pues no se aplicaba con cualquier otra persona, no fluia de la misma manera. Era forzoso. En cambio ahí, se sentía
natural, se sentía bailar. Y paso. La dejaste salir. Espontáneamente rei en mi corazón, y te mostre simplemente amor
con mis ojos. Y ya te estaba mirando. Mis ojos de seguro brillaban de manera
especial, lo podía sentir. Que vergüenza… Y mirarte significo algo. Era como decir
si. Que horror. Te odie por un momento. No
aguanto, estoy dispuesto a todo, quiero estar con vos,dijiste. Y se vio tan
puro tu corazón. Algo había cambiado en vos. Dios te concedió que pudiera verlo en tu rostro.Y simplemente
dije: yo también. Te abrace. Me envolvió el olor de tu piel. Tu boca suavemente
beso mi frente. Mi cara. Mi mano. Y acaricie tu cara justo cuando la felicidad
se instalaba entre los dos.Nunca nos sacamos la mirada. Teniamos quizás temor,
de que todo sea un sueño. Queríamos disfrutar,pero para siempre. Tomaste mi
mano y dijiste: vamos?. Era un invitación a ser feliz. Claro que dije, si. Me
estaba arrojando al mar que mas amo. Entonces caminamos por la vida,como siempre.
Sin preguntar donde. Porque nuestras almas ahora no tan solo estaban unidas, sino también conectadas. Y en el
fondo sabíamos donde ir. A cualquier
lugar.Porque siempre ha sido asi. En un millón de lugares distintos, siempre estábamos
acostumbrados a reírnos juntos, a amarnos en cada rincón, a divertirnos sin el
minimo esfuerzo. Todo era real,
verdadero y especial.
Hace cuanto que no estábamos asi. Que no estabas sobre mi
cuerpo, amándome con la mirada. Una y otra vez. Tus codos sobre mis
hombros daban en el piso, tus dedos en mi cabello, enredados…
en constante movimiento. Tu boca recorría dulcemente mi cuello, mis
mejillas,mis labios. Me pedias que te hablara. Que dijera lo que sentía, para
que nunca lo pudieras olvidar. Nos besamos sin pedir perdón. Infinitamente…
Hace cuanto que no te abrazaron como un niño. Jugaron con tu cabello, por amor a si mismo.Porque de las caricias que te
hago me alimento. Para amarte vivo. Para eso soy mujer. Y lagrimas caian por tu
cara. Como si nadie te hubiera dado una
pizca de amor. Ese amor que quema, emocióna y enloquece de ternura. Ese que no
te deja ni dormir.O te hace dormir con una sonrisa… Quisiste que me quedara mas
tiempo. Te veias tan indefenso. Tan frágil y enamorado.Resignado a soportarme y
elegirme para aguantar un ser tan inaguantable como vos. Me desagradan y me
agradan muchas cosas. Pero lo que sos, tu ser, puro como es. Eso es lo que amo.
Lo que hay dentro. muy dentro de vos. Aquello que sos, sin fingir, sin ocultar
ninguna parte, sin arrancar tus defectos, aquellas cosas que sabes que son insoportables para cualquiera. Esas que no mostras a nadie, que jamás manifestarías
primero, para sentirte aprobado,aceptado. Conmigo no tenes que fingir.Te
quiero asi. Te froto la espalda, los hombros, tus brazos durante un abrazo que
duro horas,que ignoro celulares,
horarios, cielo, y tierra… y te
cuido como una almita que para mi,vale oro. Mientras mas fuerte me abrazabas, y
te apoyabas en mi pecho… mas dispuesta estaba en jugarme por lo mas
importante. Un joven al que quiero llamar esposo. Como si ese fuera su nombre. Un
niño lleno de temor, pero capaz de ganar el mundial de la vida, si lo aman de
verdad. Si no tiene que fingir para enamorarme. Si puede apoyar la cabeza en
una almohada y sentirse un hombre feliz,
que vive una aventura con una mujer, que no es cualquier mujer, porque lo acompañaría
hasta su ultimo suspiro, el tiene esa seguridad. Sabe que es capaz. El sabe bien que
quiere eso, la muy obsesiva. Y ella sabe que estupidez mas grande no va a
encontrar,para amar. Que mas grande todavia es la estupidez que ella lleva por no
aburrirse nunca de eso, ya que eso suele pasar,suele disminuir la química, suele
dejar de causar gracia las cosas que siempre te hacian reir, dejan de gustarte o parecer lindas otras mas. Pero no. Ella no
se aburre, porque lo ama de verdad. Solo tiene miedo. Alguien es tan estúpido
de sentarse a pensar quien se lo puede sacar? . Ella es tonta, y el también. Como no van a quererse. Como no
van a adorarse. Como van a
esperar.Como van a arriesgar todo. Como van a dejar de luchar.
Hace cuanto que no susurrábamos nuestros nombres en besos.
Hace cuanto que no me odio frente al espejo. Hace cuanto que no ries camino a
casa.Hace cuanto que no te imaginaba,y
te podía tocar. Y eres de verdad…
y …. Ya basta. Dijimos. Y
reconocimos que amamos esta realidad,
tal y como la leimos. Luego, abrimos
la ventana, y lo gritamos al mundo. Y
fuimos a hacer realidad cada letra…
Por Yumi Ardah
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