Que ironia la tuya ...
querías que muera por ti, y muerta estaba...
pero no te controlaste ni un poco..
no me amaste en cada pasada...
en cada respiro..
para merecerlo...
para disfrutar de la distancia..
para amarte en el reencuentro..
eternamente...
Yo no camine, tratando de olvidarte...
no me puse un vestido blanco, ni oculte mi equipaje...
Yo sangraba tu perfume,
goteaban tus palabras... lloraba tus risas,
era comida sin sal...
Yo no quise ni quiero un final triste...
quizás esta sea la oportunidad de corregir..
de dejarnos transformar por las manos del amor...
de no hacer, que esto termine siendo nada...
una historia no contada...
un cuadro no terminado...
un lamento eterno...
deja todo, y ámame, si lo merezco...
Ya no te entregues a medias,
y trates de pagarme con fantasías que duran segundos,
con amores instantáneos,que se enfrían como el café...
dame el baile de tu alma a destiempo...
brindame lo mejor de tu ser...
ese amor que se puede fotografiar,
se puede filmar, se puede ver, y tocar...
que no hace falta mirar bien, para notar...
que no necesitas entregar como un regalo,
que no se puede negar....
Enséñame Dios, a amar...
Enséñale Dios, a querer...
Enséñanos a aceptar lo debido,
a rechazar por lo que los ojos del otro,ya han sufrido,
a cambiar lo que tu crees... como pintor,
que corrige una obra, segundo a segundo,
según su parecer...
Has eso, con este amor...
este es mi suplica en medio de la plaza,
mi grito mojado...
mis manos en alto...
mi deseo guardado...
Seamos amor mas que ... no. Simplemente, seamos mas.
Por Yumi Ardah
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