El simple hecho de subir al colectivo me hizo ver un acto lleno de amor, sacrificio y fe. Estando en la fe uno muestra dos cosas: El sacrificio de permanecer y de tener la certeza de lo que se espera. Viendo aun sin ver, con ojos llenos de esperanza, convicción y amor. Algo difícil, a veces. Y también, los frutos de esa fe. Que inspiran a los demás que miran a la vida de uno, a esperar en Dios, y terminan siendo una palmada de Dios, un aliento, a seguir creyendo. Eso me inspiro a escribir hace unos días.
Una pareja de ancianos. Recien bañados, se disponen a subir al colectivo. Yo no sabia lo que ellos iban a hacer. Pero no importaba, era seguro que lo iban a hacer juntos. Quizas un paseo, o tramites aburridos. No se. Pero en sus caras yo veía alegría. Y en su manera de conversar, complicidad. Por un momento notaron que los miraba, y me saludaron. El haciéndome un chiste, ella simplemente asintió a lo que el decía. Ambos sonreían. El parecía tener mas energía que ella, aunque se sostenía sobre un baston, y le costo subir las escaleras. Ella no quito en todo el viaje, su mirada de el. O charlaba, o lo estaba ayudando, o preocupándose por su comodidad, todo el tiempo. El la beso en la frente un momento. Y sentí que siempre su amor había sido asi. Eran esas pocas parejas, a las que no se les fue “la magia”. Entonces pensé que es muy fácil ver, el amor. Aunque también es fácil confundirlo. Yo desee que fueramos nosotros. Y descubrí que te ayudaría a caminar, paso a paso, todos los días, a donde quiera que vayas. Supe desde que te vi, que quería estar a tu lado, para cuando necesites algo, mires a un costado, y ahí este yo. Dispuesta a amarte. Y te haría el hombre mas feliz. Intentaria estar linda todo el tiempo, y hacerte reir al cruzar las calles, para que todos deseen ser vos. Ser amado, mimado, y cuidado como yo lo hare. No solo pareceríamos felices, sino que lo seriamos. Algo ya experimentamos de eso. Quisiera ser la esposa ideal, para que te sientas orgulloso de caminar junto a mi. Y que sea yo, quien te sostenga del otro lado del baston. Aunque vos lo veas como un favor, estoy segura que lo hare por mi. Porque no hay satisfacción mas grande, a que me dejes hacerte feliz. Es lo que siempre quise. Tan solo tienes que dejarme. Lamento haber perdido lo que escribi, mientras los veía. Era mas puro. Mas simple. Ahora lo escribo como lo puedo recordar… lo importante es que sepas, que quisiera envejecer junto a ti, y a tu piel. Porque a mi no me importa, como te ves, o lo que muestras ser. Yo veo algo mucho mejor. Te veo a vos.
Si de tener una visión grande se trata, he aquí que te miro en mi futuro.
Y aunque disfrutes mientras lucho, sonreías mientras me humillabas,
O por muy triste que me sienta ahora, soy capaz de amarte. Y hacerte feliz.
Porque yo no te mentí cuando te mire a los ojos, y te confesé, que te elegí.
Mas allá de todo, no vine a esta vida, para ganar nada.
Pero se que si tuviera que elegir que se haga realidad un deseo de mi corazón, si tan solo alguien me tuviera compasión, elegiría, vivir aunque sea mi ultimo día de vida a tu lado. El ultimo, solamente. Si no se puede la vida entera, desde ya. Créeme que pido eso, y nada más. Porque al final Dios sabe cuánto te amo, y te amare aun en tu último suspiro. No pediré nada, pero si me dieran el lugar de hacerlo, extenderé mi dedo hacia ti, y sonreiré… dejando salir toda la fe de la que me llene todo este tiempo. Y sentiré toda la felicidad contenida. Estaré muy cansada. Quizás llena de lágrimas. Pero feliz. Aunque no lo merezcas. Lo hare por mi. Quizás nunca te importe mi dolor, ni mi tristeza, ni que me sienta con miedo a caer algunas veces. Quizás no escuches que a veces te susurro ayuda. O no pienses, en que dejar pasar el tiempo, también es egoísmo. Porque almas mueren. Personas cercanas padecen. Y una causa mientras mas tarda en resolverse, mas cansada te deja. Y somos humanos. No tenemos quizás valor para enfocarnos en otras causas, que quizás si podamos resolver con más facilidad. Pero el agotamiento de una grande, no te deja mirar las otras. Es una perdida grande. Pero sos un alma importante, y vales todo esto. Pero no entorpezcas el plan de Dios. Ni demores en aprovechar que estas bien, y aceptar la oportunidad que Dios te da. Si acaso vine a esta vida, solamente para ser tu bastón e impedir que te caigas. Lo acepto. Y te juro, que no te dejare solo. NUNCA.
(Aunque estoy segura, que quiero ayudar en esta obra mucho más. Lo mas que pueda)
Te amo mi morocho terco. Te quiero. Pero ya no me hagas mas daño. Tengo muchas ganas de abrazarte, y no poder hacerlo me hace llorar…. Mucho. Nunca quiero verte sufrir. Estoy aquí.
QUIEN CREE. NO PARA.
Por Yumi Ardah
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